En la consulta inicial te pido que traigas fotos de referencia —narices que te gusten y también las que no— para alinear expectativas y estilo. Trabajo distintos estilos según tu fisonomía y preferencia: Barbie Nose, más definida y refinada con curva en el dorso; Semi-Barbie Nose, que suaviza los rasgos sin llegar a ser tan marcado; y estilos naturales, que mantienen la esencia de tu nariz con retoques sutiles. También tengo especial experiencia en narices de piel gruesa, que requieren un abordaje técnico diferente.
Durante la cirugía puedo levantar y respingar la punta, definirla y estilizarla, reducir el ancho nasal, refinar el dorso y, si es necesario, corregir desviaciones.
Siempre coloco un injerto de cartílago en la punta para darle sostén y estructura: esto ayuda a mantener la punta elevada, definida y estable incluso con el paso de los años.
La técnica que utilizo es abierta, con una pequeña incisión en la columela, y es menos traumática que la rinoplastía tradicional. Esto permite tres beneficios importantes:
– No dejo tapones.
– Prácticamente no aparecen hematomas ni moretones.
– La recuperación es rápida y sin dolor: podés volver a tu rutina habitual desde el primer día (evitando deportes y esfuerzos intensos por un mes).
El procedimiento dura aproximadamente 2 horas, bajo anestesia total de rápida recuperación, con alta ambulatoria a las 2 h. Salís de la clínica con una férula plástica externa y puntos que retiro entre los 6 y 8 días. Luego continuarás con cintas nasales que te enseño a colocar en casa.
Para deportes de contacto (fútbol, hockey, vóley) y uso de anteojos, la recomendación es esperar 3 meses.
La rinoplastía secundaria es más compleja porque parte de una nariz ya operada. Mi objetivo es mejorar la forma y corregir las secuelas estéticas o funcionales del procedimiento previo.
En la consulta evaluamos tu historia, el tipo de cirugías anteriores y el estado de los tejidos. Siempre intento reutilizar el cartílago de la propia nariz o injertos colocados previamente, y solo recurro a injertos de oreja o costilla cuando es estrictamente necesario.
El resto de los cuidados y la recuperación son similares a la rinoplastía primaria.
La llamada “Barbie Nose” es una tendencia estética que busca lograr una nariz pequeña, definida y con una proyección delicada, inspirada en rasgos armónicos y finos. Si bien puede ser un deseo frecuente en muchos pacientes, es importante entender que no existe un único modelo de nariz que funcione para todos.
Como cirujano, mi responsabilidad es ayudarte a encontrar el equilibrio perfecto entre tus expectativas y lo que es seguro y natural para tu rostro. No todas las estructuras nasales permiten alcanzar exactamente este tipo de resultado, pero sí podemos trabajar en lograr una nariz que luzca más delicada, refinada y acorde a tus facciones.
Durante la consulta inicial conversamos sobre tus deseos, evaluamos la anatomía de tu nariz y tu perfil facial, y a partir de allí elaboro un plan quirúrgico realista. Mi objetivo siempre es brindarte un resultado armónico, funcional y natural, que resalte tu belleza sin perder tu identidad.
El control posoperatorio es clave para acompañar la evolución.
El esquema habitual es:
– Primer control: a los 6-8 días, retiro de férula y puntos.
– Controles posteriores: a los 7 días, luego a los 15 días, al 1 mes, 3 meses, 6 meses y 1 año.
Es importante saber que la inflamación residual puede durar hasta 12-18 meses, aunque ya al primer mes suele verse un resultado con buena desinflamación y una idea clara del nuevo perfil.