El aumento mamario es uno de los procedimientos más solicitados. En la consulta elegimos juntas el tamaño y la forma: me gusta que traigas fotos de inspiración para entender el escote que buscás. Con los probadores en el consultorio podés verte con distintos volúmenes usando una remera blanca ajustada, lo que ayuda a tomar decisiones más claras.
Utilizo la técnica Recuperación Flash, que permite que la cirugía dure alrededor de 45 minutos y que salgas de alta caminando, a las 2 horas de la intervención.
Las cicatrices son pequeñas (aprox. 3 cm), todas las suturas son internas y reabsorbibles —no hay puntos visibles ni que retirar— y no uso vendajes ni fajas: salís del quirófano con un corpiño deportivo que proveemos nosotros.
En todas las cirugías mamarias trabajo con implantes de última generación (como los de Mentor®, de Johnson & Johnson), diseñados para ser seguros y de larga duración. Esto significa que no requieren recambio programado cada 10 años: mientras los controles sean correctos, pueden permanecer en el cuerpo de por vida.
Gracias a la combinación de técnica, implantes y protocolo anestésico de recuperación rápida, podés retomar tareas livianas y home office el mismo día, evitando solo esfuerzos con brazos y conducción por los primeros 10 días.
El recambio suele indicarse cuando las prótesis se desplazaron hacia los costados, dejando un escote amplio o un gap intermamario excesivo, o cuando se busca cambiar tamaño o forma.
En estos casos realizo un reshape del bolsillo utilizando la técnica de corpiño interno (internal bra): cierro el bolsillo lateral y medializo el implante para armar un escote más centrado y firme.
Aprovechamos la cirugía para elegir nuevas prótesis, adaptadas a tu objetivo actual.
El corpiño interno funciona como un “sujetador invisible”: a través de puntos estratégicos en el interior de la mama sostengo el implante y mantengo su posición en el tiempo.
Es clave en casos de tejidos finos, en recambios y cuando queremos un escote más armado y estable, evitando descensos tempranos.
Indicado cuando las mamas pierden firmeza y descienden (ptosis).
Puede hacerse con o sin implantes según busques solo levantar o también dar volumen.
Implica remover piel excedente y deja cicatrices que pueden ser solo alrededor de la areola, areolar + vertical, o con un pequeño tramo horizontal en el surco, elegidas según cada caso en la consulta.
La reducción está pensada para disminuir volumen en mamas grandes (gigantomastia) que generan molestias físicas o estéticas.
Permite lograr un tamaño más proporcionado y aliviar dolores de espalda o cuello, dejando una forma armónica y levantada.
El seguimiento posoperatorio es parte esencial de la seguridad y los resultados.
Te acompañamos con mi instrumentadora Paola; todos los controles están incluidos y los adaptamos a tu evolución, pero el esquema habitual es:
– Primer control: dentro de las 24–48 h posteriores a la cirugía.
– Siguientes controles: a los 7 días, nuevamente a los 14 días, luego a 1 mes, 3 meses, 6 meses y 1 año.
– Si necesitás más visitas intermedias, las coordinamos sin costo adicional.
En mi perfil de Instagram podés ver resultados de casos reales, para orientarte sobre los estilos de escote y proporciones que logramos.